En la mayoría de los casos la insuficiencia renal crónica es una enfermedad de progresión lenta e insidiosa, aunque en determinados casos los síntomas podrían aparecer repentinamente. Los síntomas más comunes que encontramos en gatos afectados son:
– Falta de apetito
– Pérdida de peso
– Deshidratación
– Depresión.
Suelen tener mucha sed y producir mucha más orina (debido a la incapacidad de concentrarla). Otros síntomas pueden ser: pelaje estropeado, vómitos, halitosis, úlceras en la boca y debilidad. A medida que la insuficiencia renal va progresando (independientemente del tratamiento) estos síntomas tienden a empeorar con el tiempo. La dieta es importante en los pacientes con insuficiencia renal crónica, con tres factores destacados:
Ingesta de agua
Los gatos con fallo renal pueden deshidratarse con mayor facilidad (debido a que los riñones tienen menor capacidad para conservar el agua mediante la concentración de la orina). Mantener una ingesta de agua adecuada es muy importante, y, debido a que los gatos obtienen la mayoría de su agua a través de la comida, en estos pacientes su alimentación deberá incluir, siempre que sea posible, comida húmeda enlatada (o en bolsas) en vez de comida seca (pienso).
Además, se puede estimular la ingesta de agua mediante el uso de fuentes de agua corriente. Muchos gatos se sienten estimulados por el movimiento del agua, asegurando además la limpieza de la misma.
Contenido proteico
Una dieta ideal para un gato con fallo renal deberá contener baja concentración de proteína (la mayoría de las toxinas se acumulan en la sangre en una insuficiencia renal como resultado de la descomposición de las proteínas), pero de muy alta calidad, y los alimentos bajos en proteínas ayudan a disminuir las toxinas. De todos modos, la reducción de proteína en la dieta tiene que hacerse con precaución. Un consumo muy bajo de proteínas puede producir pérdida de peso que será perjudicial para el estado general de salud. Por esta razón, es preferible utilizar dietas comerciales específicas que «dietas caseras».
En la mayoría de los casos la insuficiencia renal crónica es una enfermedad de progresión lenta e insidiosa, aunque en determinados casos los síntomas podrían aparecer repentinamente, por este motivo aconsejamos realizar cómo mínimo un chequeo general al año.
Bajo contenido en fósforo
Una dieta con bajo contenido en fósforo en los gatos con insuficiencia renal parece resultar muy beneficiosa para proteger a los riñones de sufrir mayores daños. Las dietas comerciales preparadas para fallo renal tienen baja concentración de proteínas y de fósforo. Si un gato no se alimenta con estas dietas bajas en fósforo (bajas en proteína), o si la concentración de fósforo en sangre es elevada, a pesar de esta dieta, se pueden añadir a la dieta «quelantes del fósforo» (por ejemplo: hidróxido de aluminio o acetato de calcio) para reducir la cantidad de fósforo que se absorbe. Esto sólo debe hacerse aconsejados por un veterinario.
Otras mejoras en las dietas
Las dietas comerciales para gatos con insuficiencia renal tienen otras modificaciones, como puede ser la adición de más fibra y algunos ácidos grasos poli-insaturados, que ofrecen beneficios adicionales en el tratamiento de la insuficiencia renal.