Querida comunidad de ‘Más allá del adiós’, amantes de los animales, veterinarios, familias y corazones que han compartido su vida con un ser peludo, alado o acuático:

Este 31 de octubre quiero invitarte a un encuentro muy especial. Un encuentro para mirar hacia el cielo, al corazón y a la memoria… para agradecer, recordar y celebrar a los animales que caminaron con nosotros y que, aunque ya no están físicamente, siguen presentes en cada gesto de amor que nos dejaron.

Inspirada en la maravillosa tradición mexicana del Día de los Muertos, te propongo que nos reunamos en un altar digital lleno de vida, flores, velas, historias y gratitud. Un espacio donde el duelo se transforma en homenaje, y donde la tristeza se vuelve luz.

Este encuentro no será para llorar su ausencia, sino para agradecer su existencia. Porque cada animal que amamos nos enseñó algo profundo: la lealtad sin condiciones, la alegría sin expectativas, el amor sin palabras.

¿Por qué este 31 de octubre?

Porque entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre, según la tradición mexicana, las almas regresan a visitarnos. Y quiero creer que también lo hacen las de ellos: nuestros perros, gatos, caballos, aves, conejos o reptiles que tanto nos acompañaron. Por eso, ese día abriremos un portal simbólico, hecho de gratitud, música y presencia amorosa. Y quiero que tú estés ahí.

¿Qué haremos?

Durante una hora, nos reuniremos por Zoom en un encuentro íntimo y simbólico. Compartiremos recuerdos, encenderemos una vela juntos, escucharemos historias, leeremos fragmentos de Más allá del adiós y de mi nuevo libro Los últimos días de nuestras mascotas, y construiremos un altar virtual colectivo para agradecer su paso por nuestras vidas.

Será un espacio sin juicios, sin prisa, sin guión.
Solo corazones reunidos para dar gracias.

Este encuentro es para ti si:

• Sientes todavía un nudo en el corazón al recordar a tu compañero animal.

• Quieres transformar el duelo en gratitud y comprensión.

• Eres veterinario, terapeuta o acompañante emocional y deseas vivir una experiencia simbólica de cierre.

• O simplemente… amas a los animales y crees, como yo, que nada de lo que se ama de verdad se pierde.